El principio de un gran cambio

El principio de un gran cambio

"Tu vida es tu mensaje para el mundo. Asegúrate de que sea inspirador"- frase extraída de pinterest

"Somos el principio de un gran cambio": ese fue nuestro lema. Esas 7 palabras resonaron durante toda la recta final y coronaron el momento en que nuestros birretes volaron. Cuando acabamos el bachillerato, nos sentimos como águilas que vuelan del nido. Pensamos que ya era momento de ese inicio, de ese cambio tan anhelado. Pero la realidad era mucho más densa de lo que nuestras alas podían soportar.

En esta sociedad, para ser alguien que valga la pena ser escuchado, se necesita un papel acreditando que tenemos cerebro; yo añado a esto, un cerebro que nos recuerde que tenemos corazón. Así pues, la gente escucha atontada a todo aquel que tenga un título que adorne su nombre, sin importar el peso de sus palabras.

Realmente fue un gran paso: el abrir nuestras mentes y espíritus; aprender a ser pensante pero, sobre todo, aprender a ser un humano. Tras numerosas telenovelas en vivo y en directo, tras lágrimas de todo tipo, risas, payasadas, abusos, rechazos, sueños, éxitos y fracasos, crecimos muchísimo al cumplir esa etapa.

Pero aún no éramos gigantes. Todavía nos faltaba y falta mucho que aprender. Muchos son los que terminan ya, tras cuatro años más, el camino a su título. Se enfrentan a nuevas etapas: a ganar su propio dinero, aprender a amarlo y luchar por no hacerlo su religión; cortar lazos y atar nudos, tejiendo así nuevos patrones en la red de sus propias vidas. Ven, vemos ya, todo lo que aún no podíamos conocer. Mas la base que nos entregaron trata de elevar nuestros pies y nos impide hundirnos en este mal de podredumbre que nos rodea.

Ahora es cuando nuestro cambio causará el impacto que queremos. No es que no lo hiciésemos ni que fuese imposible. El cambio se esconde y se revela en cualquier persona, sin importar su humildad ni pobreza; muchos han alcanzado revoluciones de todo género, sin que la sociedad mirase la suela de sus zapatos previamente. Nosotros dimos nuestros pequeños pasos, que dejaron sus huellas, vistas a corto alcance. 

Algunos nos quedamos atrás; la vida puede ser un mar turbulento que separa las barcas y las lleva a destinos diversos. Para nosotros, los perdidos que buscan rumbo, el cambio es posible pero será más duro. No por ello hay que rendirse ¡Eso jamás!

Ahora es el momento de dar los pasos que generen terremotos: el principio ya pasó. Ahora nos toca ser el gran cambio.

Yanil Sabrina Feliz Pache