Mi adicción

Adicción

Everybody has an addiction, mine just happens to be you.:
"Todo el mundo tiene una adicción, la mía resultas ser tú"

Te me cuelas en el café de la mañana con tus memorias que empalagan. 

Cada vez que pierdo de vista tu espalda, en ese momento doloroso en que cierro la puerta (y las cortinas de la ventana), comienzan los síntomas de la abstinencia. 

En mis memorias te encarnas como un espectro. Siento escalofríos: me imagino tus dedos rozar suavemente mi piel, tu voz inundar mi ser y prenderme en llamas. 

Tengo hambre de tu boca, muero por morder tus labios; me apetecen palabras dulces para este momento amargo. 

Mi corazón y mi aliento quieren escapar de mi pecho y yo deseo que salgan de mi boca para poder entregártelos.

Reconocer que hay un problema es el primer paso. Sé que soy adicta pero aún no veo el problema. 

Sé que debo empezar a soportar tu ausencia, prepararme por si te arrancas la piel de príncipe y te revelas como eres. Debo estar lista en caso de que decidas dejarme, en caso de que yo tenga que olvidarte.

Pero cuando te vuelves adicta es demasiado duro. Dudar si el remedio es peor que la enfermedad, al punto que haces juramentos asegurándolo.  Es muy complicado, difícil e incierto. Tan incierto como lo que siento.

Ahora siento locura, pasión y frenesí. Pero no puedo asegurar que no llegaré a odiarte algún día. Mi corazón grita que no inmediatamente, mi mente es demasiado sensata para dejarlo ser.

Mejor aguantar a que vuelvas a mis brazos, mi adorada droga. Mientras sigas siendo tan deliciosa, te mantendré cerquita. Así será hasta que de el primer paso en camino a la rehabilitación.

Yanil Sabrina Feliz Pache



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