Masacre
Masacre
Paul Valéry- escritor francés |
Un movimiento: se libera el gatillo.
Bam que se confunde con Boom.
¿Qué es melodía? ¿Qué es disparo?
¿Qué es chiste? ¿Qué atentado?
¿Es realidad o pesadilla?
Una bala, una vida. Otra bala, otra vida.
Como las pistolas de agua, como los globos de agua.
Pero esto no es agua, es plomo.
El agua da vida, va con risas y se disfruta en los cálidos días del verano.
El plomo da muerte, va con llanto y se sufre en todo el año.
Intentos desesperados y escondidos de que el mundo sepa.
Gritos, hechos con los dedos y oídos en todo el mundo.
La muerte salió de fiesta forzada.
Suelo y paredes manchados, creando una pintura póstuma de Jackson Pollock.
Explosión sí; pero no de arte, no de creatividad: es de dolor, odio y sufrimiento.
Gay, gay, gay... el coro que canta la prensa. El coro que canta el mundo.
Sonido que resuena junto a los gritos que salen de pechos desgarrados.
¿Por qué no incomprensión? ¿Miedo? ¿Pesar? ¿Impotencia?
¿Por qué castigar el amor y caer en debate?
¿Por qué no bajar los puños y extender los brazos?
Recoger los corazones rotos, buscar vida en los ojos muertos de madres y esposas.
Por los hijos que buscaban diversión, por los amigos que querían desconexión.
Por los cadáveres de piel lozana sin oportunidad de arrugarse.
Por las risas que ya nadie escuchará.
Por el verano que se volvió un invierno.
Y mirar. Callar y mirar.
Mirar las sombras que se esconden, los hilos y la fanfarria.
Mover las telarañas y ver todo más claramente.
Que tras la controversia yace el acto.
Para intentar hacer algo útil.
Para apagar este incendio infernal.
Yanil Sabrina Feliz Pache
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