Sueños futuristas

Sueños futuristas

Recuerdos de la infancia
El mundo va a millón en términos de avances tecnológicos y científicos. Cada día aparece algo nuevo: desde una aplicación o una función en las redes sociales hasta descubrimientos que nos acercan a la cura del cáncer o al conocimiento del cosmos.

Me viene a la mente la primera vez que viajé. Recuerdo cómo en mi inocencia (no tendría más de 5 años) le pregunté a mi madre si Nueva York estaba en el espacio; ella y quienes me escucharon no pudieron contener la risa, mientras yo seguía con la imagen en mi cabeza de una ciudad flotante, rodeada de estrellas y vehículos voladores.

Cuando era niña, me encantaba ver Los Supersónicos (otros los conocieron como The Jetsons). Mientras miraba a Súper salir al trabajo en su auto volador, me preguntaba si en un futuro yo tendría uno. "Qué bueno sería uno así ahora" solía pensar de camino al colegio, atrapada con mi padre en un embotellamiento kilométrico. 

Y eso era sólo una pequeña parte de mis sueños, comunes a los de muchos de mis amigos. Yo que pensaba que lo más moderno que jamás se había visto era el V3, ese teléfono más delgado que un sándwich de jamón y queso. Ahora me veo con un smartphone y atenta voy, porque dentro de poco seguro será prehistoria.

¿Con qué soñaban mis padres, hermanos mayores, tíos y abuelos respecto al futuro? ¿Qué se imaginaban? (es pregunta literal, espero su respuesta).  Yo sigo viendo cómo mis sueños infantiles se van haciendo realidad, o al menos se acercan a serlo. Ya, más que imaginarme yo el futuro, me imagino qué soñarán mis hijos y nietos, los de mis amigos... teniendo tanta tecnología ¿Soñarán con más de lo que mi mente pueda pensar? 

Tal vez esta revolución esté siendo una muerte lenta para la creatividad infantil. Tal vez es lo que la alimenta. No lo sé. Con tantos niños con tablets y teléfonos de último modelo desde mucho antes de dejar los pañales, no sé cómo serán. Ya lo iré descubriendo lentamente.

Prefiero dejar los sueños futuristas para la almohada y el pijama de algodón o para las retransmisiones de los Supersónicos. Mientras esté despierta, que la realidad me sorprenda mientras piso el presente. Ya veremos qué pasa después.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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