En mi isla

En mi isla

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El mundo sigue un curso marcado por el frenesí. El día a día es un constante movimiento sin parar; ir de aquí para allá y de allá para acá con la cabeza zumbando como si un enjambre de avispas furiosas habitase en el interior; todo esto sin un momento para detenerse y respirar verdaderamente.

Dime ¿Cuándo fue la última vez que te levantaste y estiraste en la cama sin saltar porque tenías mil cosas que hacer? ¿O que te quedaste en ella sin pensar en lo que harías ese día? ¿Hace cuánto que no das un paseo plenamente consciente de los aromas, sonidos y colores que te rodean? ¿Eres capaz de pasar más de 1 hora, 30 o 5 minutos sin mirar la hora?

¿Puedes recordar cuándo fue la última vez que miraste lo que ocurre en tu interior en vez de cubrirlo todo con las tareas diarias o los problemas de los demás? ¿El último instante que recordaste que estás aquí ahora? ¿Que eres importante?

¿Qué es lo que sientes, lo que crees, lo que piensas? ¿Lo sabes? ¿O estás anestesiado con lo que llamas "realidad"?

El mundo no nos dará un momento para responder estas respuestas; la sociedad nos exige eficiencia aunque el cuerpo pida un respiro y el ser un espacio de reconocimiento.

¿Qué significa esto? Que todo está en nuestras manos. Es cuestión de sentarse un día, aunque nos digan perezosos, irresponsables o niños; es cerrar los oídos al ruido externo, dejar de ver las caras de jefes enojados o "amigos" caprichosos por un instante y mirar hacia adentro. Cuanto más se espere más triste y cansada será la imagen con que nos encontraremos y más probable es que explote o se desplome.

Busca esa isla oculta en tus profundidades y tómate unas vacaciones. Si no lo haces tú ¿Quién lo hará por ti?

Yanil Sabrina Feliz Pache

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