Buscando flechas

Buscando flechas

Ralph Waldo Emerson- escritor estadounidense

                                      

Muchos dicen buscar el amor; salen directamente a su encuentro. Me los imagino andando, ocultos en las sombras, hasta hallar de espaldas al joven Cupido, tomar una flecha y "suicidarse" con un golpe directo al corazón. Todo para caer en el foso glorioso de un amor misterioso. Tampoco  los culpo.

No pocos odian a cupido; lo inculpan y desean machacarlo. Unos, por ese amor que no llega, otros por el que llegó o se fue. Nunca ganará ¿Verdad? Sólo cuando se está bajo los efectos del flechazo o cuando se ha encontrado al verdadero amor, sólo entonces no parece tan malo.

No podemos culparlo por el corazón roto ni por el dolor sentido. Él no creó esas películas de final feliz (que sólo pasa en nuestra cabecita) con esa persona; él no controla nuestras acciones ni palabras. Cuando el amor acaba, él puede usar una de sus flechas del olvido, pero nosotros debemos ser responsables de dejarla donde está.

¿Por qué creen que no cubre sus flechas? Porque de los errores se aprende. Y puede que nos quejemos mucho. Pero también es cierto que hay disposición de volver a pasar por todas esas emociones de nuevo (las buenas, claro) con otra persona. 

El amor es una maravilla. Son sentimientos hermosos, cargados de aprendizaje y experiencias. Por ello, cuando termina, no debemos amargarnos. Si lo hacemos, es quemar un montón de enseñanzas. Lo que debe ser olvidado, que caiga al foso; pero que las memorias enriquecedoras y la sonrisa de idiota no lo hagan también.

Dejen al pobre vendado tomar sus decisiones. Él sabe cuándo dispara; y el "destino" (preferiblemente llamado tiempo), junto con tu paciencia, guiarán su mano al punto exacto, en el momento justo, para que las fantasías no desbocadas se hagan realidad. Pero que conste, los sueños seguirán siéndolo hasta que tú los ayudes a nacer.

La única razón por la que robaría una flecha es para clavarla mientras miras un espejo. Si no eres capaz de amarte a ti mismo, no lo harás realmente con nadie más. Preocúpate por recibir ese flechazo; el otro, ya llegará.

Yanil Sabrina Feliz Pache