Un propósito
Un propósito
Goethe- escritor alemán |
Si eres de los que espera pacientemente que la vida te dé un propósito, te doy un consejo: toma una silla, acomódate y aguarda a que tu corazón y pulmones se harten.
No podemos pretender que el cielo se abrirá y, en medio de un halo de luz, bajará un objeto o persona que nos indique el camino. Soñar (todavía) no cuesta nada. Pero sí que cuesta (¡y caro!) dejarse dormir en los laureles.
La única forma de hallar el propósito de nuestras vidas es buscarlo. Y si no se encuentra, pues a crearlo.
¿Que te equivocas una y otra vez? No pasa nada. La experiencia es una maestra dura, a veces hasta cruel, pero con ella sí que se aprende la lección. Déjate caer; tendrás cicatrices que deberás dejar sanar. Y adelante.
Tienes que tratar, luchar, ser curioso, aventurero...lo que vaya contigo: siempre ser fiel a uno mismo, pero no a la pereza ni al abandono. Y no se vale declararse perezoso o vago; en numerosas ocasiones, vagancia es sinónimo de miedo y pereza, de escapismo.
Así que, es hora de dejar de soñar despiertos. Aún las cosas más locas pueden materializarse. Con la gran capacidad de que se nos ha dotado, podemos hacer lo que nos propongamos. El único límite de una persona es ella misma.
O haces ese sueño realidad, o plántate y asume las consecuencias.
Yanil Sabrina Feliz Pache
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