Los espectros de la calma
Los espectros de la calma
"Cuando miro atrás en mi vida, veo dolor, errores y dolor en el corazón. Cuando miro en el espejo, veo fuerza, lecciones aprendidas y orgullo en mi misma"- frase extraída de Buzzfeed |
Una vez más se avecina el momento. Cuando se apagan las luces, me acurruco bajo el calor de las sábanas. Es tarde, la casa está en paz. Se escuchan leves ronquidos que cruzan los muros de mi habitación. Mis ojos están abiertos pero sólo veo oscuridad.
Ahora es cuando debo cazar el sueño. Un bostezo, los párpados que pesan, lo que sea que me permita descansar. Pero antes, la mente inquieta.
En esos momentos de silencio, cuando no miras el móvil o el televisor, cuando ya no piensas en la lista de la compra o los quehaceres del día siguiente, es justo en el que se activa esa parte.
Surgen los fantasmas del ayer. Las memorias oscuras de los sufrimientos pasados: los platos rotos y las lágrimas derramadas se mezclan con las risas de hace dos días o las fiestas con amigos. Arrepentimientos y orgullos, fiestas y funerales. Realidades sombrías con realidades luminosas. Eso y los sueños despierta.
Es entonces cuando recuerdo: mis ojos cubiertos por la venda negra de mis demonios. Tan ajustada que mis mejillas se llenan de lágrimas de sangre. Tan ajustada que no puedo soltarla; sólo escucho los gritos de dolor de mis seres amados. Mas el miedo y la impotencia me convirtieron en estatua de carne.
Antes huía de esas memorias. Correr en dirección contraria y esquivar la pena.
Pero uno se cansa; especialmente cuando ya no puedes más. Y esa fue mi salvación. Ya no miro ese pasado con llanto amargo, sino con risa irónica. Miro el cuerpo poseso en el pozo del ayer. Hasta que me acuesto y Morfeo me hunde en arena.
Ya nada es igual. Pues al despertar, los fantasmas se han ido. Ante el espejo está la realidad. La imagen ante mis ojos, la verdadera imagen. Meto la mano en la llaga, recordándome que sí tuvieron vida esos espectros y que no son uno más de los bebés de mi imaginación. Ellos sí estuvieron vivos. Pero mientras siga dejando la huella de mis besos en el espejo, mientras siga sintiendo el orgullo hallado y lo haga mío, ellos no podrán resucitar.
Nunca más.
Yanil Sabrina Feliz Pache
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