Cazando alegrías



Cazando alegrías


Ser feliz es algo que todo el mundo quiere. Pero claro, no es algo que caiga del cielo mágicamente, ni que se pueda comprar. La felicidad es algo que se construye, algo por lo que hay que trabajar duro. 

Cuando nuestro fin es amasar fortunas o una identidad que resalte, nos olvidamos de hacer cosas que alimenten nuestro espíritu. Y un espíritu desnutrido no puede ser feliz.

Hay tantas cosas que parecen insignificantes pero que son tan poderosas...cuando vemos más allá:

Mirar un amanecer o un atardecer; darnos cuenta de el inicio de un nuevo día o noche, recibiendo el calor del sol y su mirada sin ojos.

Dar flores a alguien; no importa si es pareja, madre, padre, amigo, hermana... es darle algo bello a una persona hermosa.

Reírte de ti mismo. Un pequeño recuerdo de que eres humano, de que fallas.

Caminar, saltar y jugar bajo la lluvia... saber que la lluvia no quema, gozar de las lágrimas del cielo. Luego, cobijarte bajo una manta y una bebida caliente.

Conocer otras culturas. Pero hacerlo con ojos de humildad y sin prejuicios, sin juzgar sus ideas, creencias y costumbres como mejores o peores que las propias.

Aprender otra lengua y compartir la propia con alguien que la desconozca; intercambiar saberes y ver como lo "mismo" puede variar tanto.

Perdonar, verdaderamente, a quien te ha roto el corazón o te ha lastimado, como fuese o por lo que fuese. Darte el derecho de estar enojado pero no el de odiar o guardar rencor ponzoñoso.

Confiesa ese sentimiento que te hace un nudo en la garganta: grítalo, proclámalo a los cuatro vientos. Dí eso que te emociona decir.

Duerme hasta tarde; disfruta de una noche de sueños. Y si puedes, haz de ellos realidad.

Ve a una fiesta y pásalo genial; si no te gustan las fiestas, que sea una noche relajante con los amigos, una cena amena o una película en el cine; apaga el teléfono, olvídate del internet y comparte con esa persona o personas, el ambiente...desconecta de tus preocupaciones por una noche.

Haz una "locura"; baila en medio de un restaurante, paga la cuenta de todos los clientes de un bar, canta a todo pulmón tu canción favorita...simplemente atrévete y confirma: si era locura o vergüenza lo que te impedía hacerlo.

Sé original, auténtico. Y goza al máximo de las pequeñas cosas que llenan tu medidor de alegrías.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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