N de negro, n de nada


N de negro, N de nada


Will Rogers- humorista estadounidense

"Demasiadas personas gastan el dinero que no ganaron para comprar cosas que no quieren, para impresionar a gente que no les gusta." - Will Rogers

El señor dinero. Una invención humana para resolver problemas comerciales en la antigüedad. Interesante como un objeto puede volverse en contra de su creador. No serán pocos lo que leerán esto y pensarán que estoy un poco loca. Pero creo que Will Rogers lo expone todo bastante bien en su frase.

Días como hoy las tiendas se abarrotan de "personas". Aunque, para ser sincera, algunos dejan la humanidad y el civismo en la puerta. Pues cuando se cruzan las puertas de cristal, en algunos brota un extraño instinto animal (quitando el hecho de que comprar es otro invento del ser humano). Carros llenos de bolsas con marcas que saltan a la vista, los cajeros sudorosos pasando las mercancías de una fila que no disminuye.

Lo irónico aquí es ese sentimiento cuasi orgásmico que emana en muchos, por algo que tal vez ni les importa. Porque, sinceramente ¿Deseas o necesitas lo que estás comprando? Muchas veces, sí; otras muchas, no. Ese vestido que compras ¿Lo quieres porque te gusta cómo te queda, su color y demás? ¿O porque esperas los mil y un comentarios halagadores de tus amigos, pareja y/o conocidos? Si alguien te dijese que no le gusta o que está fuera de temporada ¿Igual lo pagarías?

En la cultura consumista que está escrita con nuestras neuronas, prima el lujo, la pompa. El hecho de tener un alto poder adquisitivo sube el estatus más que una escala de valores, una personalidad única y vibrante, o grandes deseos y sentimientos de ayudar.

Y que conste: aquí la mayoría (por no decir todos) somos o hemos sido pecadores, aunque sea una vez. O lo seremos, tal vez, consciente o inconscientemente. Y los que no son esclavos del dinero por el hecho de gastarlo, lo son por el hecho de perderlo (me vienen a la mente las palabras de Peter Ustinov: "El dinero corrompe, sobre todo a aquellos que no lo tienen"). También son esclavos los que ahorran compulsivamente, porque son capaces de descuidar gustos verdaderamente personales o necesidades vitales, todo con tal de que sus cuentas se desestabilicen.

Pensemos un poco en ello. La próxima vez que tengas el dinero en las manos, recuerda que tú eres más grande y valioso. Que un billete o una moneda no determine tu valor.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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