Agraciados

Agraciados

"Siempre tendrás malos tiempos, pero ellos siempre te despertarán a las buenas cosas a las que no estabas prestando atención"- Good Will Hunting

Tan rica era y lo tiré por la ventana, todo por escuchar a una ladrona vestida de consejera. Me hundí en el fondo, me bañé en lodo y bebí ponzoña. Me rasgué las vestiduras, meré mis cabellos. Porque me di cuenta de lo que tuve, de lo que abandoné.

Y con las lágrimas llené el desierto para crear mi oasis. Y en el vergel aparecieron mis tesoros, los que creí desvanecidos para siempre. 

Qué fácil es quejarse; decir lo que no tenemos y despreciar lo poseído. Qué fácil es creernos pobres y vestirnos de mendigos teniendo dinero en el bolsillo. Pero cuando la sombra se cierne sobre uno y el disfraz deja de serlo, se busca la luz que uno mismo oscureció.

Es fácil decir que no nos gusta nuestra cama, que no queremos pasarnos el día encerrados en nuestra habitación y que no nos gusta. Pero cuando eso se vuelve estar en una cama de hospital, atado a sueros y a enfermedad, a no poder salir ni moverte libremente aunque lo desees, entonces el tedio del cuarto parece un paraíso.

Es fácil enojarse con los padres y la familia, decir que son un fastidio y que no nos entienden. Mas cuando estás lejos, cuando no tienes su cobijo,cuando estás rodeado de personas que no son capaces de leer tus silencios o besar tus lágrimas, entonces ves el amor que siempre estuvo tras la crítica y la réplica.

Es fácil decir que no se tiene nada. Pero cuando lo poco que se tiene se pierde, los ojos se abren. Lo que teníamos se transforma en agua salada que recorre las mejillas. Ahí decimos "¿por qué lo perdí?", sin nunca haber dicho "Gracias porque lo tengo".

Millones son los que no pueden siquiera quejarse de una mala cama, una mala comida, una casa sucia, un trabajo de mal salario o una familia molestosa: porque nunca lo han tenido o nunca podrán recuperarlo.

Por ello, cuando tus ojos han sido abiertos por las lecciones del dolor, si recuperas eso, encuentras la verdadera dicha. En la pobreza se aprecia lo que es la riqueza, aunque sea de espíritu. 

Mejor aprender a ser agradecidos sin tener que pasar por el fuego.

Yanil Sabrina Feliz Pache