Saber elegir

Saber elegir

"Sé selectivo con tus batallas; a veces la paz es mejor que tener la razón"- Imagen extraída de Buzzfeed

Todos somos diferentes: esa frase la habrás escuchado un millón de veces. Y es cierta. Cada uno nace con su propia voz, pensamientos, opiniones, etc. Con derechos en común, en ocasiones gustos similares, etc. Pero al final todos somos diferentes.

Debemos defender nuestros derechos y nuestra voz. Sin usarlos como instrumento opresivo. Cuando imponemos nuestras ideas, por creerlas superiores, hemos puesto pie en el terreno de los tiranos. 

Nos relacionamos constantemente con otros seres humanos. Y debemos saber actuar. Familiares, amigos, parejas, negocios... numerosos campos donde podemos toparnos con discordancias. Si recordamos la frase aquella, nos daremos cuenta de que es normal. 

El problema está cuando nuestro deseo de demostrar que nuestra idea es la mejor, aún sea con la mejor intención, nos recubre y se vuelve una armadura de batalla. Nos enfrascamos en discusiones peligrosas, dañinas y ponzoñosas. Algunas pequeñas disfrutas, ascienden a guerras frías y otras a auténticas guerras titánicas. Manipulación, palabras bonitas, gritos, las manos, amenazas, material de apoyo... sacamos todas las armas con tal de ganar. Pero...

¿A qué precio? ¿Realmente deseas perder amigos de toda la vida, pelearte con tus padres o perder a una buena pareja por defender una banda de música, un proyecto o un partido político? 

Cuando nuestra dignidad, valores, raíces son cuestionados, la batalla vale la pena. Pero algunas... son más la molestia y las pérdidas que las ganancias o el objetivo. Aunque hay que admitirlo, el amor a una buena pelea nubla el juicio ¿O no les ha pasado que olvidan la razón del pleito aunque el enojo quede?

Hay que ser estrategas en la vida. Saber qué luchas merecen nuestras energías y saber bajar la cabeza con humildad y ceder. 

Yanil Sabrina Feliz Pache