Consuelos



Consuelos


La llaga está abierta; duele, quema. Yo me encargaré de curarla, pero el proceso será largo. Y si tengo que hacerlo sola, se hará muy borrosa la línea entre largo y eterno.

Por favor, ven y ayúdame.

Consuélame. No con chocolates, hazlo con palabras dulces. No con flores, hazlo con bellos silencios. 

La soledad y la pena son frías, por eso necesito tu calor: el calor que sólo sabe proveer un ser vivo con amor brotando de los ojos; amor, pena, conmiseración, comprensión... Déjame encajar mi cabeza en tu pecho; sostén mi cuerpo débil y mi alma demacrada; permíteme sentir algo de apoyo, de cariño. 

Primero es eso lo que quiero: un pequeño bálsamo. Luego el consuelo en la fuerza. Necesito el brío que ya poseo, recordar que lo tengo. Saber que podré acometer la empresa y que a alguien no le parece una idiotez. Aunque no te guste, al menos que me respetes. 

Sé que no puedo vivir sola, necesito tu apoyo. Y si no me lo das, pues tendré que buscarlo por mi misma. En cierto modo, me ayudarías. Pero hagas lo que hagas, al menos, por favor, trata. Está ahí. Tan sólo tu sombra es luminosa, pues es un espanto a la soledad. Dime, ¿Lo harías?

Yanil Sabrina Feliz Pache


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