Decepción

Decepción


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Estoy embargada por el hastío, la ira y la decepción. Una frustración enorme al ver cómo nos masacramos continuamente. 

Cuando el pequeño y visto con malos ojos es abofeteado el acto se ve pero se deja pasar. La pena es efímera. Mas cuando la misma bofetada es recibida por los poderosos, con la mano débil fortalecida por la rabia, entonces sí que el mundo completo llora.

Las formas no son justificables; la huella ha sido dejada y los inocentes han sido mancillados.

¿Eso justifica que se siga devolviendo el golpe imparablemente? Cuando veíamos caricaturas o comedias en donde dos personajes se golpeaban sin parar (ya fuese con guantes blancos o con pescados), nos parecía la cosa más estúpida y sin sentido. Pero por alguna razón ver que lo mismo ocurra en el campo de batalla da igual. Simplemente pasa. Es feo, es duro, duele...pero pasa.

Como niños pequeños al ser cuestionados cuando rompen el jarrón de la abuela o el plato favorito de mamá, saltan con el "yo no fui" y el dedo señala al instante a quien esté más cerca (o a quien mejor se le pueda asociar con tal barbaridad). Y en esas andamos ahora: fue culpa de él, ellos lo hicieron mal y nosotros nos defendemos.

Ya casi que prefiero informarme someramente y no restregar mi cuerpo con la mugre de nuestra supuesta humanidad. Mejor leer libros, soñar despierta...no sé, algo que me permita por un instante al menos olvidar que ésto ocurre en mi planeta y que ya no sé si las calles de mi ciudad sean seguras pues hasta mi mejor amigo algún día podría matarme.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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