El dolor de la impotencia

El dolor de la impotencia

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Qué hermosa sonrisa tienes hermosa ¿Sabes qué la haría más hermosa? Que fuese real.

Tu temple es el de una roca; andar seguro, mirada seria, sonrisa frente al público...ante la pregunta "¿Cómo estás?" la respuesta está tatuada en tu lengua y sale como una bala: "bien". Pero todo es fingido, todo es ilusión.

Aguantas el peso lo más que puedes. A medida que crece, la respuesta aquella puede cambiar; cuando empiezas a quebrarte ya no es "bien" es "ahí vamos", luego es "bueno...", hasta que ya ni siquiera se pregunta porque la respuesta se trasluce en todo tu cuerpo (o ya no eres capaz de responder).

Ante la gente es la risa; ante la soledad es el llanto. Con los amigos abrazos, contigo misma maltrato. 

Te miro y lo veo; eres buena actriz pero no puedes mantener tu papel eternamente. Mientras más guardas el malestar en tu interior más busca escapar aunque tú lo intentes evitar. Hasta el punto que ignorantes de los sentimientos e intuición podemos notarlo a leguas.

Me duele verte mal pero no tanto como el saber que no puedo hacer nada, que eso te corresponde a ti.    Tú misma debes salir del fango. Pero sola no podrás. Necesitas que te echen un cable con el que tirar puesto que te has machacado tanto que tus energías solas sin catalizador no bastan. Un empujón, un rayo de luz. Es ver que tu morada no es la miseria y la soledad recibiendo el contacto verdadero del que te estás privando.

Duele verte cada vez más hundida. Ya no veo tus piernas, ya no veo tus brazos. Apenas veo un asomo de tu máscara de alegría y escucho un rumor de tu voz susurrando "No te necesito".

Mas aún veo tus dedos. La cuerda está a tu lado. Por favor, anímate. No soy tu salvador (esa sólo eres tú) pero puedo ser una ayuda, un aliento cuando se agota el aire. Tal vez no sea yo el aliento que quieres pero no me importa (aunque me orgullo llore) con tal de ver que tomes otro apoyo y que remontes de las tinieblas.

 

De una cosa estoy segura: así como sufro ahora, me alegraré inmensamente al verte ser tú. De algo estoy segura: tu podrás. Si no pudieses ¿Seguirías aquí?

Yanil Sabrina Feliz Pache