La violinista

La violinista

Gracias a DeviantART por esta bella imagen

Este texto lo publiqué el año pasado en mi blog "Curious Girl". Esta versión tiene una leve edición que espero sea de su agrado.

El frío de la noche congelaba los miembros de todos los habitantes de la ciudad. El humo blanco salía de las bocas; los transeúntes se apuraban por llegar a sus hogares para calentarse bajo el reconfortante crepitar del fuego de la chimenea. Los indigentes, sin un techo sobre sus cabezas, buscaban portales, cajas, periódicos...lo que fuese para cubrir sus cuerpos en las gélidas tinieblas.

Andaban como autómatas si consciencia de su espacio, sólo estaban. Era como si el frío (junto con lo brusco de la realidad) los hubiese sumido en el letargo.

Mas, de pronto, un rumor se escuchó en la poblada soledad de las calles, un susurro de vida que despertaba a todos del aturdimiento glaciar. Una dulce a la vez que sombría melodía que llenaba el aire de belleza, sincretismo y misterio.

Todos los oyentes buscaban afanosamente. Ricos y pobres se unieron en una caminata a la búsqueda de aquella melodía. "Un ángel debe ser", ese era el pensamiento común de aquellos corazones.

Sus pasos los llevaron ante las tumbas del cementerio. Aquel lugar era usualmente rechazado y visto con aversión; la imagen de la muerte prefería ser ignorada como si aquello no fuese real, a tal punto que muchas tumbas de familiares estaban completamente descuidadas, sin una rosa de un viejo amor ni una lágrima de un ser amado.

Y allí, entre las osamentas ocultas en las sombras, se vislumbraba una llama. Era el ángel que buscaban, pero no era lo que pensaban. Esa hermosa figura estaba rodeada por un aire de oscuridad. En sus manos, la fuente de la armonía: un violín. Un instrumento terrenal que producía sonidos celestiales.

Con su suave mejilla sobre el instrumento y los vigorosos movimientos de sus dedos, la violinista misteriosa hacía que la lumbre surgiese incandescente, mezclada con una vigorosa y tenebrosa polifonía. 

Era como si, en su intento por calentarse, al mismo tiempo encendiera un lazo de fuego que ataba todos esos cuerpos inertes a un mismo espacio y esas almas penosas a un mismo espíritu de unidad.

Así, durante toda la vigilia, el mausoleo se vio ocupado por entes con y sin alma.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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