Una estrella en el horizonte

Una estrella en el horizonte

Norman Vincent Peale- escritor estadounidense
                                

Mira en el cielo nocturno y trata. Trata de encontrarla, por sobre las luces de la ciudad, por sobre el barullo de la música y las prisas comerciales. Ella está ahí, una viajera del tiempo. La única testigo de un hecho que, real o no, lo creas o lo dudes, ha cambiado el curso de la humanidad.

La pequeña estrella fue uno de los grandes personajes. Iluminó el camino de los humildes espectadores; ellos se fueron, mas ella sigue en el mismo lugar, salvo que ahora, yace allí en el cielo del olvido.

En teoría, se celebra un nacimiento, un evento santo que surgió para acallar costumbres paganas. Realmente no sabemos si fue en la fecha que decimos, si después o antes. Nadie lo sabe. Pero algo sí es cierto; es un día de luz, de luz sobre las tinieblas. El día en que la esperanza salió de la caja de Pandora y cambia a nombre masculino.

Pero la luz verdadera se ha cubierto por colores brillantes. Mucho ruido, mucha fiesta, muchas cosas que nos desconectan. El que no es creyente, aprovecha para celebrar. Y aún los corderos del pastor recién nacido se desvían del camino ante el paisaje tan atractivo. Cuando se olvida la razón de la fiesta, claro está que su sentido muere.

Aún así; hay algo que esta fecha sí que logra en este mundo loco, además de calentar las tarjetas de crédito y sacar billetes: unir familias, silenciar disputas, brindar el descanso a los esclavos del trabajo, despertar el lado humano: el del humano que falla pero que ama, y no el del perfeccionista del pedestal.

Unos piden dinero, otros ropa, algunos viajes...miles de peticiones de regalos. Yo sólo hay una cosa que pido de todo corazón: que estos sentimientos y esta faceta de las personas que me rodean, tan diferente en el buen sentido, permanezca viva más días del año, en vez de unas pocas horas. Que esto no sea como la pobre Cenicienta: suenan las campanadas y todo se desvanece ¡No! 

¿Por qué no podemos hacer que esto dure más? Si no quieres creer en el niño milagroso, al menos cree en el milagro de la paz.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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