Inaguantable

Inaguantable


Pitágoras de Samos-filósofo y matemático griego
¿Qué es cansancio? Lo que debería sentir.

Desde que era una criatura frágil e indefensa cargó su espalda con cargas pesadas, más de lo que nadie podría aguantar. Sus pequeños miembros se fueron moldeando con el peso del dolor y tomaron la forma deforme del esfuerzo innecesario. 

Deseaba tanto ayudar, ser amada y aceptada que tomó cargas que no le correspondían. Todos llevamos una carga sobre el lomo desde el inicio, el cual va variando a medida que crecemos; a veces es una congoja, pero si se aprende  a reducirla y manejarla, uno se fortalece y sale recompensado. Para todos es distinta, pero es sólo nuestra. Para ella no. El cansancio  en los otros pesaba más que su propio agotamiento.

Su figura especial y espectral iba acompañada por el crujir de sus huesos infantiles mientras crecía. Pero el sonido de su risa, falsamente creída por todos (incluso por ella misma), cubría el son penoso. 

Así se hizo de acero. Lo que era un calvario dejó de serlo (o al menos eso creía ella). Pero ¿A qué precio? Su osamenta invisible adquirió una forma deforme y retorcida, que le daba un sufrimiento que ella negaba.

No quería que lo inevitable fuese cierto. Negó con todas sus fuerzas la debilidad que poseía; la misma que la hacía humana. Hizo todo cuanto estuviese en sus manos para cubrirlo: se puso un disfraz. No podía gritar, no podían verse los huesos salidos; ni de broma. Así que cargaba más su cuerpo insensible para que todos pensasen que aún podía.

Fue bien hasta aquel fatídico día: olvidó que su voluntad, las ganas y el temple, al igual que los huesos, se quiebran. Todo se rompió y dislocó estrepitosamente. No quedó más que una forma deforme. 

Allí yacen los pedazos separados de una roca de cristal. Todas las cargas desparramadas. Todos fueron a buscar sus bultos y se los pusieron en la espalda al mismo tiempo que acercaban las cargas que le tocaban a los trozos dispersos.

¿Podrá volver a soldarse por su cuenta? Sí; porque ella sigue siendo fuerte. Sólo lo tiene que recordar y dejar que el tiempo, junto con su propio esfuerzo, le ayuden no a reconstruir lo que era, sino a construir la que realmente debe ser.

Yanil Sabrina Feliz Pache

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